¡Hola why not!
Lo primero de todo deciros que... ¡esta entrada nos encanta! Hoy os vamos a contar cómo empezó todo y por qué hemos podido dejar atrás Segovia (preciosa ciudad, por cierto. ¡Deberíais visitarla sino lo habéis hecho nunca!) y poner rumbo a Londres. Siendo sinceras, y seguramente os suene lo que os vamos a contar, siempre vimos muy complicado el poder vivir en Reino Unido. Realmente Londres siempre estuvo en nuestras mentes y no dejábamos de pensar en vivir allí. Trabajábamos y seguíamos ahorrando para que un día pudiésemos irnos y nunca se nos
fue la idea de la cabeza, quizás porque eramos demasiado optimistas al pensar que atraeríamos las buenas vibraciones pensándolo tan seguido y tan rápido. Ley de la atracción que dicen... Y así fue como un día cualquiera, abrimos el whatssap y llegó. Llegó el giro de 360º y en ese mismo momento supimos que no estábamos preparadas, emprezaron a flaquearnos las piernas y más tarde llegarían las convulsiones.
Ese día fue a principios de Enero cuando nuestro gran amigo, Daniel, residente en Londres, nos dijo que se necesitaba personal en la residencia dónde él está trabajando actualmente y si queríamos postular a ese puesto. Antes de nada y con permiso, nos gustaría definir qué se entiende allí por "residencia". Residencia es un lugar dónde se alojan personas dependientes, desde jóvenes a ancianos, los cuáles no pueden valerse por sí mismos y necesitan ayuda de unos agentes para vivir cómodamente. Bien... Daniel nos ofrece trabajo de carers ( en España, ese puesto se puede comparar con un auxiliar de enfermería) y nosotras nos quedamos cual cucaracha con las patas hacia arriba. Es lógico que lo primero que le respondiésemos fuera algo así como: "Pero Daniel, ¡¿estás loco?! ¡Nosotras no tenemos ni idea sobre ese tipo de trabajo!". Lo genial fue cuando nos contó que allí no se necesitaba un título de auxiliar ni de algo relacionado con el puesto para desempeñar tal trabajo. Tomad nota, por que en Londres, el círculo de la enfermería y de los cuidados a personas no está bien visto. Piensan que esos trabajos son feos para desempeñarlos y es muy habitual que necesiten gente tanto en residencias como en hospitales. Después de tal noticia, entramos en la fase de: la incredulidad. La posterior fue: Hacernos caquita en las bragas.
Se puede decir que las funciones de un carer no son complicadas, simplemente hay que tener humanidad y querer ayudar a gente que no lo está pasando realmente bien. Lo importante es hacerles sentir agusto en su propia casa a parte de asearles, cuidarles, alimentarles o jugar con ellos.
La verdad es que todo fue rapídisimo porque poco después concretamos día para hacer la entrevista por Skype, evidentemente en inglés. De ésto también queríamos comentaros. Nuestro nivel de inglés es medio. Bueno, eso pone en nuestro Currículum Vitae pero poniendo las cartas sobre la mesa nuestro nivel de inglés es de andar por casa, muy de traduzco en la mente y lo suelto. Imaginaros cómo temblábamos... nuestra primera entrevista en inglés y no sabíamos decir siquiera "cuidador" en ese idioma. Claro estaba que no podíamos ir tal cual a la entrevista, asi que días antes nos preparamos algunas preguntas con Jorge, nuestro gran profesor particular que tanto nos ha ayudado desde verano y con Evy, una americana con muchas ganas de enseñar su idioma. Las preguntas que elaboramos fueron muy elementales. Opinad: Háblame sobre ti y sobre tus estudios, fortalezas y debilidades de cada una, por qué queremos trabajar como cuidador, qué sabemos sobre la residencia y experiencias relacionada con cuidados a personas dependientes fueron las preguntas escritas y estudiadas. Lo que no sabíamos era que la entrevista duraría aproximadamente una hora y que la manager de la residencia nos podía preguntar de todo.
Llegó la mañana de un 24 de Enero y allí estábamos las dos, con nuestros nervios, el Skype encendido y dos botellas de agua por si acaso. Los nervios aumentaban cuando el Skype nos dejaba tiradas y perdía conexión, asi que no dudaron en llamarnos al móvil y... ¡al lio! ¡Una hora y pico hablando en inglés como pudimos! Nicola, la manager y la que nos entrevistó, fue todo un encanto, simpatiquísima, haciendo bromas, riéndose con nosotras e incluso felicitando a Laura, ya que resultó que ese mismo día era su cumpleaños. Nicola terminó diciendo que estaba deseosa de tenernos en la residencia trabajando y que por favor cuánto antes hicieramos los trámites necesarios. ¿Qué llegó después? ¡Saltos, brincos, cañas y sonrisas! Lo habíamos conseguido. ¡Estábamos dentro! Increíble. Esperamos de verdad, que tengáis la oportunidad de pasar por algo así, de superar vuestras dificultades y de rebosar alegría y satisfacción al conseguirlo. No os rindáis nunca. Nosotras nunca supimos la forma de poder ir a Londres, pero nunca perdimos las esperanzas y no esperábamos... sabíamos que iba a suceder.
En la próxima entrada hablaremos de los trámites que tuvimos que llevar a cabo para poder trabajar allí... y recordad!:siempre con mucha mucha mucha energía positiva y buenas vibraciones. ¡A por ello why not!
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